Cuando tenía diecisiete años, me escribí una sincera carta para abrirla en mi decimoctavo cumpleaños. Recapitulé los eventos que se desarrollaron durante el año; las relaciones que había fortalecido, las amistades que habían fracasado, las cosas que llegué a aceptar y luego la lucha por dejar ir esas cosas. Escribí los miedos y la emoción de comenzar la universidad, y cómo pensé que las cosas se desarrollarían en el año venidero.
He llevado esta tradición cada año desde entonces. Algunas veces las cartas tenían cinco páginas de largo; en otras ocasiones, fueron tres párrafos. Lo que no cambia es la esperanza que termina en cada letra.
«Espero que hayas encontrado lo que estabas buscando».
Lo más reciente
«Espero que hayas tachado las cosas en tu lista de deseos».
«Espero que este año haya sido mucho mejor para ti».
Las cartas siempre fueron amables y amorosas, y me hicieron darme cuenta de todas las formas en que no me había hablado los otros días del año. La mayoría de las veces, fui cruel, desagradable y duro conmigo mismo.
Tenemos conversaciones diarias con nosotros mismos, y se trata de tomar conciencia de esos diálogos y cómo hablar con tu futuro para cambiar tu vida.
Contenido
1. Usa la escritura como una herramienta
La escritura es una herramienta subestimada. Hay un cambio en el poder cuando escribes las cosas, y también una forma de purgar tu corriente de conciencia.
Acumulamos tantos pensamientos desde el momento en que nos despertamos hasta el instante en que nos vamos a dormir. A veces estos pensamientos se convierten en frustraciones o emociones reprimidas que continúan hasta la mañana siguiente.
Aquí hay algunas maneras de usar la escritura como una herramienta para mantener conversaciones saludables con tu futuro:
Escribe cartas a tu yo futuro
Escribir una carta a tu yo futuro es una forma de pintar e imaginar la vida que deseas. Llena estas cartas con esperanzas, sueños y metas que deseas alcanzar. Para hacer esto, primero debes dejar de lado cualquier restricción que estés enfrentando en el presente y realmente creer que el cielo es el límite. Esta es una oportunidad para mirar tu futuro y determinar quién es esa persona que quieres ser.
La carta se puede escribir para que se abra en cinco años, un año o incluso en un «caso de emergencia», en los momentos en que necesites un pequeño recordatorio.
No olvides ser honesto y no te contengas.
Escribe una carta de tu pasado
Una vez me pregunté: “¿Qué me diría ahora mi yo de trece años?» Fue una oportunidad para cambiar las percepciones, volver al momento en el que tenía más esperanzas para mi futuro. Se trataba del momento en que todos los sueños eran alcanzables y nada en el mundo me iba a impedir vivir mi mejor vida.
A veces, tenemos que volver a ese niño interior y mirar el mundo desde lentes de color rosa. Cuanto más envejecemos, más fácil dejamos que nuestra propia realidad dicte los sueños e incluso tomemos el volante.
Escribe una carta para ti mismo de ese niño interior que todavía existe dentro de ti, ese niño que no quiere que te rindas.
Escribe una lista de libros y autores que te gustan ahora
Mantén una lista de todos los pasajes y palabras de sabiduría de tus autores favoritos de libros. Hay una razón por la que nos atraen ciertos textos, libros y mundos encontrados entre las páginas. Deja que esta lista libere tu creatividad y despierte diferentes emociones desde dentro.
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2. Encuentra estos 3 tipos de personas
Un hombre sabio me había dicho una vez que siempre tuviera estos 3 tipos de personas en mi vida: un mentor, un colega y un aprendiz.
Encuentra un mentor
Tener un gran mentor puede impactar tu vida y tu futuro de maneras inimaginables. Pero antes de comenzar tu viaje hacia la búsqueda de un consejero, primero debes tener claro cuáles son tus objetivos y qué aspecto tiene un buen guía. No se trata solo de la química de la relación, sino también de compartir valores personales y de encontrar a alguien dispuesto a enseñar y ofrecerte consejos.
Encuentra a alguien que esté viviendo el estilo de vida que deseas y que haya logrado los objetivos que quieres alcanzar.
Encuentra un colega
Además de un mentor, debes tener a alguien que te acompañe en tu viaje; esta persona podría ser alguien con quien puedas relacionarte que se enfrente a las mismas dificultades que tú o simplemente que comparte una visión similar. ¿Dónde estaría Harry Potter sin sus amigos Hermione y Ron? ¿La escuela secundaria habría sido negociable si Cory Matthews no tuviera a Shawn o Topanga?
La vida no está destinada a que vivas solo, sino en compañía de otros. Encuentra un compañero o un grupo de amigos que te empuje y te ayude a navegar los triunfos y las pruebas de tu viaje.
Encuentra un aprendiz
El aprendizaje es una calle de doble sentido, y siempre existe la oportunidad de aprender de los demás, incluso de aquellos que pueden ser mucho más jóvenes o menos experimentados. Tener un aprendiz es tan importante como contar con un mentor y un colega.
¿De qué sirve llevar toda la información del mundo si no hay nadie a quien pasarle ese conocimiento? Al convertirte en un mentor, tienes la oportunidad de ver ciertas situaciones o circunstancias desde un punto de vista diferente. Aprendes a ser compasivo escuchando y apoyando, todo lo que puede ayudarte a cambiar la forma en que hablas a tu futuro.
3. Juego de roles
Cambia a un rol diferente del que desempeñas y podrás percibir las cosas de manera diferente.
Pregúntate a ti mismo: ¿Qué haría mi futuro yo?
Nuestras acciones de hoy importan y afectan el cómo seremos mañana y el día siguiente. Pregúntate qué haría tu futuro yo en un martes típico? Aquí hay algunas preguntas de promoción:
- ¿Qué desayunaste esta mañana?
- ¿Dónde estás trabajando y cómo te sientes al respecto?
- ¿Qué libro terminaste de leer?
- ¿Qué champú y acondicionador estás usando?
Las pequeñas cosas, como visualizar una marca de champú o un libro, pueden ayudarte a pintar una imagen más clara a la vez que agregas un poco de carácter. Al hacer esto, esa visualización por ti mismo comienza a sentirse más real.
Juego de roles como tu arquetipo
Si aún no has realizado el examen de 16 personalidades, ahora puede ser un buen momento para desarrollarlo. La prueba se compone de varias preguntas que determinan tu indicador de tipo Myers-Briggs. Una vez que finalices la prueba, te mostrará cuál de los 16 arquetipos puede basarse en tus respuestas: extrovertido / introvertido, sensores / intuitivos, pensadores / sintetizadores, jueces / perceptores.
Por ejemplo, soy un ENFP, también conocido como Campaigner. Igualmemte comparto el mismo arquetipo que Robert Downey Jr. y Will Smith, dos actores que admiro por su ingenio rápido y energía vibrante. Una forma de hablar con tu yo futuro es profundizar en tu personalidad y ver si estas cualidades resuenan en ti. Luego pregúntate cómo estás representando actualmente este arquetipo y qué cualidades admiras en aquellos que también comparten tu modelo.
La línea de fondo
La forma en que te hablas a ti mismo ahora es vital para convertirte en la persona que quieres ser en el futuro. Como nuestro propio ser, desempeñamos diferentes roles: tenemos que convertirnos en nuestro propio animador cuando golpeamos ciertas paredes, debemos jugar a ser nuestro propio padre para cuidar nuestro bienestar físico y emocional, e incluso desempeñamos el papel de nuestro amante propio a medida que aprendemos a amarnos a nosotros mismos por completo.
Mientras vamos cambiando de una función a otra, puede resultar difícil y nuestras conversaciones podrían volverse negativas. A veces esos diálogos negativos y duros nunca se van.
Al encontrar un mentor para que te guíe, visualizar la versión ideal del futuro para ti, e incluso escribir cartas desde diferentes ópticas, son todas las formas en que puedes aprender a cambiar las conversaciones actuales que llevas contigo mismo.
Vía | Life Hack
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