Todos estamos expuestos a tener cierto tipo de pensamientos todos los días. Ya sea que tengamos pensamientos limitantes que bloquean nuestras posibilidades, o que alentemos nuestros pensamientos de progreso y felicidad.
John Kehoe es un reconocido autor y mentor canadiense de desarrollo personal y autoayuda. En su libro “El poder de la mente” esboza las razones fundamentales que consiguen que unas personas sean mucho más exitosas que otras. Si bien el éxito profesional es un suceso en el que muchos factores están en juego, la actitud de las personas desempeña un papel fundamental en el destino al que las personas están abocadas. Podemos decir que nuestra educación, nuestro origen social, los recursos materiales que tenemos y las habilidades y talentos que hemos heredados pueden definir en gran parte nuestro destino, pero la verdad es que todos estos elementos entran en una relación muy profunda con nuestra actitud mental y con las cosas que diariamente nos decimos a nosotros mismos.
Es por esta razón que muchas personas, a pesar de que no nacieron en contextos favorables ni tuvieron la mejor educación ni los mejores recursos, han logrados vencer los condicionamientos propios de su cultura y han alcanzado resultados sorprendentes en su vida, desafiando así todos los prospectos y relatos que se habían dicho sobre ellos.
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El poder de los pensamientos
Siguiendo los desarrollos de Napoleon Hill, John Kehoe nos explica en su libro que el trabajo duro no es suficiente para alcanzar grandes resultados en la vida. El poder de los pensamientos en compañía con un propósito y un deseo ardiente de tener éxito son elementos clave que ayudan a las personas en la tarea de conseguir aquello que quieren en sus vidas.
Una de las cosas que nos explica Kehoe es que todos los seres humanos vivimos en dos realidades, la primera es la realidad interna, que está conformada por nuestros pensamientos, emociones y perspectivas personales, la segunda es la realidad externa, la cual está conformada por los eventos objetivos que nos rodean. Muchas veces cometemos el error de no distinguir entre estas dos realidades y pensamos que nuestra realidad externa es la única forma viable que tenemos de vivir y de ser. En consecuencia, los eventos que observamos a nuestro alrededor se convierten en nuestro único referente y estos comienzan a dominar nuestra realidad interior y a condicionar nuestros pensamientos y emociones. Permitir que nuestra realidad externa nos domine sencillamente es un error, no debemos permitir que esto nos suceda.
Si somos sensatos, hemos de admitir que nuestra realidad interna es un elemento sumamente poderoso de nuestras vidas y puede modelar de manera significativa nuestra realidad externa si prestamos debida atención a lo que sucede en nuestras mentes. En este sentido, la forma en que nuestros pensamientos se constituyen es una fuerza creadora de nuevas realidades externas en lugar de una reacción a nuestra realidad externa previa.
Todos estos elementos y razonamientos nos llevan a la conclusión básica que la calidad de nuestros pensamientos es algo que nos permite definir nuevas realidades y avanzar por ellas. Algunas personas creen que por el hecho de tener una realidad externa positiva (como ser próspero y gozar de múltiples recursos materiales) los pensamientos positivos llegan muy fácilmente y que es totalmente imposible generar nuevos pensamientos positivos cuando se vive en una realidad opuesta, esto es en medio de la escasez y los problemas. Pero la verdad es que independientemente de tus circunstancias externas, puedes generar pensamientos positivos de calidad y por medio de ellos empezar a transformar nuestra realidad.
Piensa por un momento si los pensamientos que tienes son constructivos y positivos, y si se encuentran en relación con tus sueños y todo aquello que te has propuesto lograr. Cuando defines qué pensamientos vas a tener a lo largo de tu día, puedes empezar a crear de forma consistente una realidad mucho más positiva para ti y para todas aquellas personas que te rodean. La clave está en la decisión que tomes al respecto.
El poder de la visualización
Este es un segundo elemento que puede ayudarnos de manera considerable en la consecución de nuestras metas y en la modelación de nuevas realidades externas. Dedicar algunos minutos al día a visualizar de forma consciente nuestro estado de vida futuro puede ser clave para ponernos en acción empezar a diseñar nuevas rutas de acción para lograr todo aquellos que queremos en nuestros corazones.
La visualización es un elemento del poder mental que nos predispone de manera positiva para realizar tareas mucho más eficazmente.
Cómo funciona la visualización
Toma algunos minutos para relajar tu mente y luego de eso toma unos cuantos más para definir en tu mente las cosas que quieres. Esto lo puedes realizar en la mañana, antes de iniciar tu jornada laboral o en la noche cuando ya has terminado todo lo que te habías planteado hacer durante el día. La idea es que te dediques a ti mismo un espacio de calidad en el que seas consciente de tus sueños y los detalles que estos producen en tu mente.
Creando una imagen mental de todo lo que quieres lograr puede ser un elemento muy poderoso de motivación para ponerte en marcha.
Es importante que la actividad de visualización sea constante, hacer ejercicios de visualización solo una dos veces no tendrá ningún efecto en nuestras vidas, pero si le dedicamos unos cuantos minutos todos los días nuestros resultados pueden cambiar dramáticamente.
Adicional a los ejercicios de visualización puedes hacer pequeñas afirmaciones, las cuales son pequeñas oraciones que te repites a ti mismo y te recuerdan cosas positivas de ti mismo, tus capacidades y el estado mental en el que deseas estar.
El poder de nuestra mente subconsciente
Nuestra mente subconsciente es todo aquello que está allí en la mente pero que no es exteriorizado de manera consciente. Por lo tanto, en muy pocas ocasiones nos damos cuenta de lo que sucede en ella. John Kehoe nos recuerda que es posible cambiar lo que ocurre en nuestra mente subconsciente teniendo nuevos hábitos de vida, desarrollando nuevos pensamientos y visualizando realidades más positivas.
Para modelar nuestra mente subconsciente es preciso que seamos pacientes y continuemos desarrollando nuevos hábitos positivos de pensamiento todos los días. De esta manera, nuestra actitud positiva pronto podrá convertirse en un reflejo subconsciente sin que tengamos que hacer esfuerzo alguno para desarrollar pensamientos y actitudes positivas.
El cambio toma tiempo
Además de todo lo anterior, es preciso que comprendamos que el cambio de nuestra realidad externa es algo que nos tomará tiempo. Cambiar nuestras ideas y pensamientos no hará que nuestra realidad cambie de manera significativa ahora, pero establecerá el camino para que lo podamos hacer en el mediano y largo plazo. Así, hemos de ver que nuestra realidad externa es el resultado de pensamientos y perspectivas que estuvieron en marcha durante el pasado y que es preciso que nos demos tiempo para que los nuevos pensamientos entren en acción y que las nuevas acciones que emprendamos nos lleven a nuevas realidades.
Y también debe ser claro que todos estos pensamientos deben conducirnos a nuevas acciones. Pensar de manera positiva no servirá de nada si no actúas de manera consistente con aquello que has pensado. Una vez que has diseñado todos lo que anhelas en tu mente y tu proyecto de vida, pasa a la acción trabajando de forma disciplinada y verás como una nueva realidad externa empieza a emerger.
En el siguiente vídeo se nos explica de manera más detallada cómo nuestros pensamientos pueden dar vida a nuestra realidad por medio de un resumen animado muy llamativo de este interesante libro de John Kehoe, el poder de la mente. Disfruta del vídeo y no dejes de compartirlo para que más personas se beneficien de esta capacitación.
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