Las regiones apartadas de Colombia, más concretamente en las veredas de los municipios de menos de 30.000 habitantes, existen condiciones sociales bastante difíciles que no se han logrado superar en mucho tiempo.
Factores como la guerra, la negligencia del estado, la corrupción institucional y la falta de inversiones, así como la carencia de desarrollos productivos de alto valor agregado, han dejado estas regiones abandonadas a su propia suerte.
Sin embargo, la Fundación Clinton y otros actores internacionales no han pasado por alto esta realidad sin más.
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Desde el año 2016 La Fundación ha estado desarrollando iniciativas que se dirijan a empoderar a las mujeres de estas zonas, brindándoles acceso a un proyecto de negocio propio y replicable que contribuya a derribar ( al menos de forma parcial) las barreras sociales y económicas que allí se enfrentan.
El encargado de este proyecto ha sido Sebastián Zapata, un ex-ejecutivo de empresas de consumo masivo como Procter & Gamble y Johnson & Johnson.
En un comienzo Zapata pensó en aplicar las experiencia adquirida en estas empresas en un proyecto de venta directa para las mujeres de zonas rurales.
La compañía Unilever dio ideas, sugerencias y apoyo el proyecto. Sin embargo, debido a problemas en la Fundación Clinton y a dificultades en la financiación, el proyecto fue abandonado.
Reestructuración del modelo de negocio
En el año 2017 Zapata y Unilever reestructuran su propuesta, acogiendo ideas que la compañía Unilever había desarrollado en la India e incorporándolas en un plan de venta directa. Así, Zapata presentó de nuevo el proyecto a La Fundación Clinton.
La Fundación Clinton reinició el proyecto, aceptando a Zapata en la dirección del mismo, y desde entonces los resultados han sido impresionantes.
Operación de la compañía
Unilever provee los productos, mientras que La Fundación Clinton y Sebastián Zapata han desarrollado la unidad de comercialización y distribución.
La empresa que establecieron para la promoción de los productos se llama Elepha, recordando los clanes de elefantes de la India, que se apoyan mutuamente, andan generalmente en grupo y son matriarcados.
Todos los productos que comercializa Elepha se distribuyen por medio de una red de consultoras rurales que son independientes en su negocio. Los productos son de consumo masivo y están destinados a competir con los grandes almacenes y las tiendas de descuento duro como D1, Justo y Bueno, y Ara.
Las cifras
De acuerdo a la revista colombiana Dinero:
En 18 meses, Elepha pasó de vender $150 millones al mes a $2.000 millones de pesos. Esperan totalizar entre $18.000 millones y $20.000 millones de pesos para el periodo fiscal de 2019.
Pero su mayor apuesta es para este 2020, porque su plan de ventas supera los $50.000 millones. Además de Unilever, ya sumó a Kimberly Clark, Bayer y está cerrando negociaciones con Alpina para proveer muchos más productos a su catálogo.
La fuerza de venta de Elepha está constituida por 8000 mujeres de estas zonas apartadas. Ellas reciben capacitación y apoyo para hacer los pedidos de forma quincenal por medio de una plataforma web y realizar los pagos por medio del corresponsal bancario de Davivienda, Daviplata.
Proyección
La compañía espera alcanzar una fuerza de ventas de 20.000 consultoras en el corto plazo y alcanzar las 100.000 consultoras en el mediano plazo.
Apoyo internacional
Realmente se trata de un proyecto de negocios que tiene un gran impacto social y que se ciñe a las pautas de responsabilidad social corporativa que los grandes inversores le están exigiendo a las compañías hoy.
El factor social de esta empresa hace que sea reconocida por instituciones como el Banco Mundial, institución que actualmente está brindando apoyo para que las migrantes venezolanas puedan ser incluidas en esta oportunidad de negocio.
Con información de Dinero.
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