Recientemente, el diario El Mundo de España publicó un artículo en el que entrevistó a la directora de Amway en España, a la vez que analizó el Esutdio Global de Emprendimiento que Amway realiza año tras año y su aplicación en España.
El artículo dice lo siguiente:
Las mujeres que se ven creando su propio negocio aumentaron en 2015 hasta el 34% en España desde el 29% del año anterior. Un dato que contrasta con el de los hombres, que si bien sigue siendo superior, bajó dos puntos hasta el 40%.
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Es uno de los datos más destacados del sexto Estudio Global de Emprendimiento de Amway, que analiza la actitud y el potencial emprendedor en 44 países con una muestra de casi 50.000 personas, en colaboración con la Universidad Técnica de Múnich y la empresa de estudios de mercado GfK.
El estudio compara la actitud emprendedora -si el emprendimiento resulta atractivo para el encuestado- con el potencial emprendedor -si se siente capaz de emprender-. Ambos han mejorado en España y han logrado superar ya el bache de la crisis económica. Además, la brecha entre hombres y mujeres se va reduciendo, con una actitud positiva muy similar, del 69% y el 68% respectivamente.
Este año, el estudio de Amway ha puesto el foco en los ‘millenials’, los menores de 35 años, a los que compara con la generación X (entre 35 y 50) y los mayores de 50. El 80% de las españolas de esta generación tienen una actitud positiva y el 44% tiene potencial emprendedor, dos cifras que están por encima de la media si se miden todas las generaciones juntas.
Además, en esta edición se ha introducido un nuevo índice, creado a partir de la teoría del comportamiento planificado de Icek Ajzen, psicólogo de la universidad de Massachusetts, para medir el espíritu emprendedor con tres variables que influyen en el comportamiento: la deseabilidad, la firmeza y la viabilidad. Según este índice, España está muy cerca de la media europea y por debajo de la mundial, pero entre los ‘millenials’ supera al continente y se acerca a la media global.
Este estudio sirve para modular los mensajes que su empresa, que se dedica a la venta directa, dirige a sus distribuidores: «Nuestro público objetivo son emprendedores, gente que se está planteando tener su negocio, y nos interesa tener esa fotografía de cómo está evolucionando el espíritu emprendedor. Por ejemplo, hace dos años vimos que uno de los mayores frenos del emprendimiento son las cargas financieras, y por eso uno de los mensajes que estamos subrayando ahora es que con Amway puedes emprender sin prácticamente inversión, y dedicarte simplemente a la comercialización».
El foco que se ha puesto este año en los ‘millenials’ también tiene su explicación: «En los dos últimos años he podido observar en España que ha cambiado el perfil de nuestros distribuidores en dos direcciones, y una de ellas es la edad; tenemos cada vez gente más joven que considera esta opción, ya sea para montar su negocio o como algo temporal. También hemos percibido un nivel sociocultural un poco más alto, que de hecho está profesionalizando más este tipo de negocio».
«Amway es un gimnasio de emprendimiento, porque puedes empezar sin ningún riesgo y ver si te gusta, y tienes formaciones gratuitas, un mentor, la web, la app… Una vez que adquieres habilidades y conocimientos de gestión, puedes montar tu propio negocio y si quieres, seguir con nosotros en paralelo. El 20% de nuestros distribuidores viven de Amway y el 80% lo tienen como actividad a tiempo parcial».
Nacida en Italia y con tres décadas de trayectoria en Amway, Milone lleva casi tres años dirigiendo la empresa en España: «Estoy muy contenta porque es un mercado que está creciendo y tiene un potencial enorme. Cuando veo que las cosas se mueven siento mucha satisfacción».
Hombres y mujeres comparten las tres motivaciones principales para lanzarse a emprender: ser sus propios jefes, sentirse realizados y volver al mercado laboral. Milone atribuye ese tercer factor a la crisis económica, que relega la conciliación entre la vida personal y laboral a un discreto cuarto puesto entre las mujeres y el quinto en los hombres, mientras en casi todos los países ocupa el tercero.
En el lado opuesto, el miedo al fracaso frena al 81% de las mujeres y al 76% de los hombres. Son porcentajes muy altos que a Milone no le llaman especialmente la atención porque, dice, «en Europa fracasar sigue siendo un estigma social, no se entiende como sinónimo de aprendizaje. De hecho, este dato es mayor en otros países, y en Italia y Japón alcanza el 91%.
La sorpresa de esta edición la han dado los millenials en Estados Unidos, que casi han duplicado la tasa del 37% hasta el 70%. El hecho de que el fracaso es un eslabón hacia el éxito estaba muy interiorizado hasta hoy en la cultura norteamericana, los propios fundadores de Amway siguen contando cuántas veces fracasaron antes de desarrollar esta empresa».
Por último, la percepción sobre la sociedad española no la deja bien parada, porque sólo el 29% de las mujeres piensan que es favorable al emprendimiento, y el 36% en el caso de los hombres. Para Milone se trata de un dato negativo, especialmente si se hace otra lectura del mismo: «Siete de cada diez españoles ven una sociedad hostil para empezar un negocio».
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