Durante el año pasado, la salud se ha convertido en una prioridad para muchos de nosotros. Ahora estamos más motivados que nunca para trabajar por una mejor salud y tener una mayor energía el tiempo que nos protegemos de los agentes infecciosos que nos encontramos en el ambiente. Aunque hay muchas formas de lograr este objetivo, adoptar hábitos que apoyen el sistema inmunológico es un método que ofrece los máximos beneficios.
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La salud y tu sistema inmunológico
La función principal de su sistema inmunológico es defender tu cuerpo contra invasores extraños. Es responsable de mantener fuera las cosas dañinas, deshacerse de las cosas dañinas que entren a tu cuerpo y cuidar las células del propio cuerpo que no funcionan correctamente.
Debido a que necesita que las patrullas inmunológicas estén disponibles en casi todas partes, el sistema inmunológico se puede encontrar en todas las partes del cuerpo. Gran parte se encuentra en el sistema digestivo, ya que esta es la forma principal en la que introduces cosas “extrañas” en tu cuerpo. Otros lugares donde encontrarás el sistema inmunológico incluyen las amígdalas, los ganglios linfáticos, el bazo y la médula ósea. Hay dos partes principales del sistema inmunológico:
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- El sistema inmunológico innato con el que naces. Es como tu ejército permanente. Estas son las células que siempre están en alerta para atacar cualquier cosa fuera de lo común.
- El sistema inmunológico adaptativo, que se desarrolla cuando tu cuerpo está expuesto a invasores extraños. Es como tu grupo de trabajo de élite entrenado preparado para una misión específica. Estas células proporcionan una defensa retardada contra invasores específicos a los que el cuerpo ha estado expuesto antes.
Juntos, estos dos sistemas funcionan para proteger tu cuerpo de daños y desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la salud. Entonces, ¿Qué puedes hacer para apoyar tu sistema inmunológico? En general, elegir un estilo de vida saludable es un buen punto de partida. Esto asegura que estás satisfaciendo las necesidades básicas de tu cuerpo y, por lo tanto, de tu sistema inmunológico para funcionar bien.
A continuación 4Life presenta cinco estrategias que puedes utilizar para ayudar a fortalecer tu sistema inmunológico.
1. Duerme lo suficiente
Las investigaciones que analizan el sueño y la salud física han dejado en claro que un sueño regular y de alta calidad es esencial para una función inmunológica adecuada. Los estudios demuestran que, al igual que el sueño puede ayudar al cerebro a consolidar el aprendizaje y la memoria, también puede fortalecer la memoria inmunológica. En particular, la interacción de los componentes del sistema inmunológico durante el sueño refuerza la capacidad del sistema inmunológico para recordar, reconocer y responder a posibles amenazas para la salud. Para los adultos, los expertos recomiendan dormir aproximadamente de siete a ocho horas cada noche.
2. Haz ejercicio con regularidad
Se ha demostrado que el ejercicio de intensidad moderada a vigorosa beneficia al sistema inmunológico al mejorar la actividad de ciertas células inmunes, como los macrófagos y estimular la circulación de otras, como las citocinas, las células asesinas naturales (NK), las células T y Células B. Con el ejercicio regular, estos cambios se acumulan con el tiempo para ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. La investigación también sugiere que el ejercicio habitual puede retrasar la aparición de la inmunosenescencia, que es la disminución natural de la función inmunológica que se produce con la edad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos deben realizar 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana, o 30 minutos cinco días a la semana. También recomiendan actividades de fortalecimiento muscular dos días a la semana.
3. Minimizar el estrés
En pequeñas cantidades, el estrés puede ser algo bueno. Es lo que te permite responder rápidamente en situaciones peligrosas y te ayuda a mantenerte productivo en la vida diaria. Pero los niveles altos de estrés, o el estrés que se mantiene durante mucho tiempo, pueden ser perjudiciales. Cuando experimentas una situación estresante, el cerebro activa las vías de señalización del estrés, que estimulan la liberación de hormonas que regulan la función inmunológica. El estrés crónico mantiene estas vías encendidas y los niveles hormonales, como el cortisol, altos. Cuando esto sucede, se pueden suprimir las respuestas inmunitarias tanto innatas como adaptativas, lo que podría interferir con la capacidad de tu cuerpo para defenderse del daño. Por esta razón, encontrar formas de incorporar actividades para reducir el estrés, como la meditación o las caminatas en espacios verdes en tu vida diaria es importante para apoyar la salud inmunológica.
4. Consume una dieta rica en frutas y verduras
Se requiere una buena nutrición para que todas las células funcionen de manera óptima, y esto incluye las células de tu sistema inmunológico. Una dieta equilibrada proporciona la energía que las células inmunes necesitan para llevar a cabo sus múltiples funciones. Los micronutrientes y componentes dietéticos específicos, que se encuentran en frutas y verduras, también tienen funciones específicas en el desarrollo y el mantenimiento de un sistema inmunológico eficaz. Por ejemplo, el zinc regula la división celular y es esencial para una respuesta inmune exitosa. Además, el aminoácido glutamina proporciona una fuente de energía para las células inmunes y sirve como precursor de la síntesis de ADN, que es importante para estas células que se dividen rápidamente. De acuerdo con las pautas dietéticas del USDA, los adultos deben comer dos tazas y media de verduras y dos tazas de fruta todos los días.
5. Toma suplementos que estimulen el sistema inmunológico
La mejor manera de acumular nutrientes es a través de los alimentos. La mayoría de los alimentos creados por la naturaleza contienen una variedad de nutrientes que son equilibrados y que también son fácilmente absorbidos por tu cuerpo. Pero, debido a que no siempre es fácil mantener una dieta perfecta, es importante encontrar formas de llenar los vacíos. Ahí es donde entran los suplementos; proporcionan una forma alternativa de obtener los nutrientes que te pueden faltar. Para mantener la salud inmunológica, busca alimentos y / o suplementos que contengan nutrientes como glutamina, zinc, vitamina C, vitamina D, selenio y hierro. Estos nutrientes se han identificado como críticos para el crecimiento y la función de las células inmunes.
Mientras trabajas para incorporar estas estrategias en tu rutina diaria, ten en cuenta que son solo pautas destinadas a ayudarte en tu viaje hacia una mejor salud. Es importante recordar que tú eres una persona que tiene necesidades únicas. Como tal, presta mucha atención a cómo te hace sentir cada práctica de las mencionadas y cómo estas se adaptan para satisfacer tus necesidades de salud específicas.
Con información de 4Life.
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